El neumático con microchip RFID de Michelin


El fabricante francés de neumáticos es el primer proveedor del sistema de identificación de neumáticos con microchip RFID del que hablaremos a continuación. Explicaremos en qué consiste, su funcionamiento, las ventajas que conlleva su utilización y las novedades que ofrece en forma de aplicaciones.

Con motivo de la trigésima edición de los Juegos Olímpicos de Londres del año 2012, Michelin presentó su neumático "inteligente", sirviendo como prueba el haber equipado a la flota de autobuses urbanos de la ciudad inglesa con neumáticos que se comunican gracias a un chip electrónico que memoriza los datos de identificación por radiofrecuencia, de ahí las siglas en inglés RFID (Radio Frequency Identification). Más tarde, su uso se extendió también para competiciones automovilísticas de renombre, y actualmente la gran mayoría de los neumáticos para camiones emplean esta tecnología.

 El seguimiento de los neumáticos y de los servicios asociados ofrece múltiples ventajas como la revisión diaria del rendimiento kilométrico a lo largo de toda la duración de la carcasa, indicándose en qué vehículo se monta el neumático, su posición y qué recorrido realiza; la trazabilidad de las operaciones de mantenimiento y recauchutado; la rápida y fácil identificación de cada neumático; la optimización de la fabricación, ahorrándose tiempo y mejorando la productividad; y la mejor gestión del inventario de existencias de los almacenes y del proceso de reciclado al final de su vida útil. El peso y las dimensiones del microchip son mínimos y no merman las prestaciones del neumático, ni tampoco existe riesgo de que se pueda borrar o despegar la identificación como podría ocurrir con los códigos de barras. Además, al estar colocado en el interior del talón, su duración es muy superior a la del neumático y resiste las operaciones de recauchutado. En combinación con el sistema de monitorización de presión TPMS, equipado también en gran parte de los automóviles actuales, los supervisores pueden vigilar el estado del neumático (presión y temperatura) y evitar posibles accidentes por desgaste, reduciéndose, al mismo tiempo, el consumo de carburante y las emisiones de sustancias contaminantes debido a la más estricta comprobación de la presión.


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